Limerencia, una aproximación al amor

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Limerencia, una aproximación al amor

Hoy voy a hablaros de un tema candente en las redes, en los cines, las revistas, las iglesias, las universidades, en la calle, las ciudades, las oficinas…. Un tema en el cual la psicología, puede aportar mucha luz, ya que casi siempre, proporciona a quien lo vive tanta felicidad como inquietud.

El término psicológico para referirme a ello, es Limerencia, que proviene de la palabra “limerence”, palabra acuñada por la psicóloga Dorothy Tennov en los 60, para dar nombre a las conclusiones que extrajo sobre su estudio del comportamiento amoroso.

La Limerencia hace referencia a un estado mental involuntario resultado de la atracción romántica, o dicho de otra forma más popular, del enamoramiento.

La Limerencia se ha llegado a confundir con el TOC, trastorno que responde a las siglas de trastorno obsesivo compulsivo, caracterizado por un gran temor y aprensión producidos a causa de pensamientos intrusivos, y de carácter perturbador y catastrofista, lo cual se vive obviamente, de manera muy, muy angustiosa.

 

A algunos pensadores y psicólogos les ha parecido acertado hacer esta comparación entre el TOC y el amor, ya que ciertamente, existe en ambos un denominador común, que es el pensamiento recurrente y persistente., sin embargo, existe una enorme diferencia, y es que el TOC se vive con aprensión, temor o preocupación, mientras que, al enamorado se le identifica, por un estado de aparente “embriaguez”, como de estar todo el día “en las nubes”, lo cual es debido a que vive sus pensamientos con intenso gozo.

Por lo tanto, a diferencia del TOC, es un pensamiento deseado, y muy placentero. El elemento común entre el amor y el TOC, (si es que hay que buscarlo entre dos estados tan desiguales) entonces sería, que en ambos casos, existe un foco muy potente de atención. Pero mientras que uno es terrorífico ,el otro es gozoso.

Enamorarse y padecer TOC, son dos estados diametralmente opuestos. Otra cosa bien distinta, y de la cual hablaré en otro post, es el desamor, el desequilibrio en las relaciones de pareja, o cuando el amor, debido a problemas de la personalidad o la autoestima, llega a enfermar a quien lo vive. No obstante por suerte, el amor se vive generalmente de forma saludable. Y es de ésta forma de amor de la que hablaré ahora.

Hay quienes consideran que el amor es como un cuento chino, resultado de una tormenta química, fácilmente caduca, que a menudo solo se contempla en su forma perfecta en el cine. Esto se debe en parte, a la forma en que éste, las revistas, también los cuentos, y las novelas, han mostrado el amor. En base a esta proyección idílica y utópica del amor, se origina un ideario colectivo que propicia expectativas poco realistas, y aumenta las posibilidades de decepción.

 

Hablemos entonces de formas más realistas de amor.

Hatfield y Rapson (1993) proponen dos estilos amorosos: el amor compañero y el amor apasionado

Según investigaciones el amor compañero es un mejor predictor de la satisfacción, mientras que el amor apasionado es un pobre predictor de la satisfacción a largo plazo y la estabilidad de la pareja, ya que tiende a disminuir cuando la función de atraer a parejas con potencial reproductivo ya se ha alcanzado. Como contraste, el amor compañero es un mejor predictor del éxito debido a la importancia de la intimidad y del compromiso en el mantenimiento de la relación (Reis y Rusbult, 2004).

El amor compañero, no tiene que ver con el amor romántico. Básicamente porque el primero acepta las diferencias, y lucha a pesar de las desavenencias, mientras que el segundo considera el conflicto, como una señal de que la relación no funciona.

No es extraño entonces, que haya revelado que las tasas de divorcio están relacionadas con la idea de amor romántico. Es decir, que cuanta mas importancia se conceda a la idea de amor romántico, las posibilidades de divorcio se incrementan. Esto tiene una explicación sencilla y es que, cuando las expectativas son demasiado rígidas, en parte por lo que vemos en el cine, y lo que imaginamos de las parejas del mundo rosa, la decepción y la frustración hacen mella más fácilmente en las relaciones.

Por otra parte, la psicología señala la diferencia entre las formas de apegarse en el amor:

Para muchos autores, la forma de relacionarse o enamorarse, depende en gran medida de las relaciones que hemos mantenido en la primera infancia con los padres. Es allí donde se aprenden y se conforman los distintos formas de apego .

Para Ainsworth (1978), el apego puede clasificarse según tres estilos diferentes:

  • El estilo de apego inseguro
  • El estilo de apego ansioso
  • El estilo de apego seguro. ¿cuál sería el tuyo?

Te ayudo a concretarlo: El estilo de apego seguro, esta relacionado tanto con hombres como con mujeres, es propio de personas con una autoestima alta, y con cierta facilidad para establecer relaciones de cariño y proximidad con otras personas; mientras tanto los estilos de apego ansioso e inseguro se relacionan con una autoestima más baja , con relaciones de poca profundidad y con poca intimidad o ninguna, con las personas de su entorno.

Otra clasificación interesante que la psicología ofrece, son los componentes necesarios para que el amor se consolide positivamente:

  • El primer elemento es el sentimiento de intimidad: o lo que es lo mismo, la creencia de que tu pareja es tu cómplice, porque lo sientes cercano a ti, y dispuesto a ayudarte. Cuando puedes contar con él, y tienes la seguridad de que estará para ti, en los momentos más difíciles.
  • El segundo elemento constitutivo del amor, es la pasión, que tiene que ver con el deseo de estar con el otro, también con la excitación, y con la sexualidad.
  • El tercero y no menos importante, es el compromiso, que se manifiesta en la decisión de amar a la otra persona, y de mantener ese amor a lo largo del tiempo, luchando por él, y con cierto espíritu de sacrificio, en pos de otorgar a la pareja una sensación de bienestar y satisfacción.

También de cara a perfilar un pronóstico de éxito o fracaso en las relaciones de pareja se llevó a cabo una investigación en 200 parejas, estudiando los elementos más importantes en la sensación de satisfacción. Lo que se concluyó es que la sensación de satisfacción, se ve influenciada por los siguientes tres elementos:

  • La homogamia o similaridad: la sensación de satisfacción es mayor entre personas más parecidas, ya que las fricciones a causa de las diferencias son menores. Ésto no resulta sorprendente a la mayoría.
  • La atracción física: también un factor predictivo bastante previsible; teniendo en cuenta la gran importancia que se concede a la belleza física en la búsqueda de nuestra pareja ideal.
  • Sensación de dominio: para los hombres de este estudio, sentir que son ellos quienes llevan las riendas les otorga en una sensación extra de satisfacción.

En los últimos años se han ido añadiendo mas estudios y elementos que aumentan la satisfacción a la pareja, como el nivel de compromiso, el sentido del humor, la intimidad sexual, y la capacidad para llegar a un consenso en las discusiones.

Elementos que bien merecen otro análisis y del que también hablaremos más adelante.

Como conclusión de estas investigaciones, puede afirmarse que la psicología ha establecido como mejores predictores para el amor los siguientes.

  • La atracción física y actividad sexual
  • El compromiso estable basado en la amistad, el cariño, y en la decisión de mantener y proteger la relación ante la aparición de problemas.
  • Y por último, la actitud de renuncia y de entrega desinteresadas.